Partimos de Rodellar, atravesamos el pueblo hasta encontrar un camino descendente con escalones de piedra. Seguimos el sendero descendente que se dirige a las zonas de escalada y al rio Mascún. Ascendemos siguiendo el cauce del río. Pasaremos junto a la llamada surgencia del Mascún. Continuamos río arriba hasta encontrar un cruce de senderos con indicaciones. Tomaremos la indicación que dice a Otín, empieza un zig- zag que asciende considerablemente, gana altura a la vez que lo hacen los buitres que vuelan a nuestro alrededor.
Este camino es el que se utilizaba antiguamente para conectar las poblaciones de Rodellar y el pueblo abandonado de Otín. En todo su recorrido ascendente podremos contemplar fantásticas panorámicas río Mascún y sus alrededores.
Continuamos hasta llegar a dos inmensos robles que dejamos a nuestra izquierda, continuaremos hasta llegar al pueblo de Otín, lo pasamos siguiendo las indicaciones del GR la pista llega hasta unos álamos, seguimos recto, seguiremos hasta llegar a una bifurcación que retomaremos a la derecha, a partir de aquí el camino no está muy claro, pero nos podemos guiar por los hitos y siempre en dirección al cauce del río.
La aproximación dura entre 2,5 y 3 horas.
Duración del barranco: 3 horas aprox.
Retorno: aprox. 1 hora.
Lleva agua sólo parte del año, en verano suele estar seco aunque con las pozas llenas de agua.
Un divertido y exigente barranco con 120 m. de desnivel en sus 2,5 km. de descenso. Con rápeles de 20 m y saltos de 8m.(Saltadero de Las Lañas). Continuamos por una zona plana y sin complicaciones que nos llevarán hasta las Cascadas de Peña Guara a continuación desembocamos en un tramo subterráneo y de increíble belleza conocido como los Oscuros de Otín, un verdadero capricho natural, se recomienda llevar frontal en este tramo, acto seguido nos meteremos en una gran galería con formaciones verdaderamente bonitas, y varios rápeles, es la zona del Pozo Negro, terminamos con otro rapel de 5m. que marcará el fin del barranco, aproximadamente en la confluencia con el Barranco de Otín. A partir de esta zona, el barranco se abre al sol y nos deleita con numerosos caprichos de roca la más conocida, La Ciudadela. Seguimos avanzando río abajo y cuando divisamos "El Delfín" estamos junto a la zona de escalada, sólo nos resta subir al pueblo de Rodellar. Si seco es una maravilla, con un poco de agua tiene que ser una gozada meterse en este barranco.
Espectacular, una maravilla de de paisaje, y los robles, de los que, desafortunadamente , no que den muchos. Un saludu.
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