Altura inicial: 1480 mts
Altura Máxima: 1989 Mts
Desnivel acumulado: 1993 m.
Distancia aproximada: 32,5 kms
Dificultad: Media-alta
Duración: Ruta realizada en dos etapas (15 horas en total)
Tipo de camino: Pista, vereda y campo a través.
AGUA POTABLE: En un tornajo en los torcadillos (casi en el collado de Roblehondo) y en La Fuente de La Teja (en el cortijo de La Fresnedilla)
Esta ruta es una de las más duras de la Sierra de Segura, pero el esfuerzo se ve compensado por el goce de un conocimiento completo de la montaña segureña: los inmensos pinares de carrasco, negral y laricio, los encinares, formaciones vegetales excepcionales como la bojeda y el sabinar, las pequeñas vaguadas con restos de los viejos asentamientos humanos, las vistas sobre abruptas laderas cubiertas de bosques y encerrados valles, la alta montaña, donde sólo crecen piornos y enebros rastreros, la cercana altiplanicie de los Campos de Hernán Perea (Pinar Negro), hasta llegar a la cumbre del Banderillas, desde la que se dominan unas vistas sobre todo el Parque Natural que hacen de este lugar uno de los enclaves montañeros más impresionantes, no sólo del Sureste, sino de toda la Península Ibérica.
Partiendo del parking de la piscifactoría junto al río Borosa, seguimos la pista que va a la central eléctrica, a unos 500 m. dejamos la pista para seguir por un sendero PR que no dejaremos hasta la cumbre. Las primeras rampas son un poco fuertes. El sendero está bien definido y marcado por hitos, pero debemos extremarla precaución sobre todo en los cruces. El camino sigue una ascensión continua pero moderada entre densos pinares, hasta llegar al collado de Roblehondo desde donde se divisa la apertura entre los farallones graníticos denominada Tranco del Perro. Una senda bien trazada, toda una maravilla que por desgracia no se encuentra en muy buen estado, una pena.El Tranco del Perro es el único paso entre las cortijadas de Los Campos y del valle del Borosa. Se abre paso por terreno muy abrupto, en el que, en su momento, supuso un gran trabajo para los medios de que se disponía en la época. Como testimonio, quedan los altos calzos de piedra que sustentan el camino en los tramos más difíciles. Rodeando el Puntal del Águila y por el sendero que sale al frente, llegamos al inicio de la Cuerda del Banderillas, aquí el camino está poco marcado pero el destino es evidente. Una vez ganada la cuerda, nos permite crestear con ligeras subidas y bajadas hasta llegar a la cumbre del Banderillas. El paisaje es espectacular, tal y como se asciende se va visualizando por un lado el valle del Borosa y la zona del Tranco y por el otro el Pinar Negro, el Empanadas y al fondo la Sagra.
Es la mejor ruta de la Sierra de Segura para ver a los grandes herbívoros como la cabra montés, el muflón, el ciervo. En los bosques de las zonas bajas abunda el jabalí, y en el cielo es muy fácil ver el planeo de los buitres leonados.
El segundo día la bajada la realizamos a través del camino de Pinar Negro por el collado de la Carrasca, descendiendo hasta el nacimiento de aguas negras aprovechando las sendas del ganado. Tras salvar una empinada pendiente llegamos al embalse de Aguas Negras. A tan sólo 500 mts encontramos un pequeño túnel de 100 mts de longitud que da paso a una pradera para comunicar con otro túnel de mayor extensión, casi 1 km, (antes de entrar en el mismo deberíamos observar como en épocas de deshielos se precipita el río Borosa sobre una impresionante cascada conocida como el Salto de los Órganos). A la salida del mismo continuaremos el canal hasta su final. Si nos apartamos un poco a la izquierda de la canalización, podremos observar una impresionante vista panorámica, donde destacan parajes como Roblehondo, los Villares... Una vez hemos llegado a la central eléctrica cogemos la pista que nos conduce a la Cerrada de Elías (encañonamiento natural del río por la que discurre una senda de pescadores). Después de pasar este impresionante cañón, atravesaremos el río por el puente de los Caracolillos y seguiremos por la pista que discurre por la rivera del río hasta encontrarnos con otra bonita vista la desembocadura del arroyo de las Truchas ya cerca del final del recorrido en la piscifactoría.